En tiempo de Adviento, nuestros estudiantes experimentaron la importancia de vivir con esperanza, evocar la justicia, que nunca debemos perder la alegría, el gozo y que la muestra de amor más grande es dar la vida por otros.

En el Culto de Navidad, enriquecieron sus corazones, recordando el nacimiento de Jesús, porque El es el motivo principal de Navidad y lo hicieron a través de los himnos entonados y escuchados, de la lectura del Salmo 96: 11-13, de Lucas 2: 11-20 y de la reflexión a cargo del Capellán, Rev. Eduardo Torres, quien remarcó que la Navidad es la historia más grande que el mundo conoció.  Todo lo que se vivió en este tiempo, tiene que ver con algo especial: el nacimiento del bebé en Belén.

Cuando la noticia se dio a conocer, trajo alegría, porque Jesús vino para regalarnos, entregarnos el mejor regalo: EL. Sin Jesús no hay Navidad. Gracias a que nació hace más de 2000 años, hoy podemos recibir regalos, podemos abrazarnos como familia, como amigos, como hermanos. Es en el cumplimiento de esa espera, donde todo sería mejor.

Por eso, debemos recordar que Jesús es amor, que él siempre va a ser la respuesta para cualquiera sea nuestra necesidad. Talvez hoy necesitamos una respuesta a nuestras vidas: Jesús es esa respuesta y vino a nacer porque y para tener autoridad y vencer todo lo que pueda pasarnos. Porque Jesús nos conoce, quiere estar en y con nosotros para que seamos mejores personas.

Que esta Navidad, sea Jesús naciendo en nuestros corazones y marcando un futuro mejor para nuestras vidas. Que nuestro compromiso sea: ¡¡SEÑOR JESÚS, QUIERO QUE NAZCAS EN MÍ, QUIERO QUE VIVAS EN MÍ Y CAMINES CONMIGO TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA!!

¡¡¡FELIZ NAVIDAD FAMILIA AMERICA!!!

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