El pasado 21 de noviembre, el Philadelphia Auditorium se convirtió en un escenario lleno de emoción, recuerdos y arte, gracias a la esperada Asamblea de 5.º grado de Secundaria, titulada “Prom Story 25”. Ante padres de familia, docentes y compañeros, los estudiantes de la promoción interpretaron una propuesta teatral conmovedora y creativa inspirada en el universo de Toy Story, utilizando esta narrativa como metáfora del cierre de una etapa escolar llena de vivencias significativas.

La historia presentó a Any, un personaje que atraviesa el desafío emocional de finalizar la etapa escolar y enfrentarse a la incertidumbre del futuro. A través de escenas bien logradas, coreografías dinámicas, números musicales y momentos cargados de nostalgia, los estudiantes plasmaron cómo la despedida de la vida escolar no es un final, sino el comienzo de nuevas oportunidades.

El montaje incluyó una escenografía cuidadosamente elaborada, representando el cuarto de Any, cajas de recuerdos y elementos simbólicos asociados a la vida escolar. La puesta en escena incorporó actuaciones sólidas, humor bien dosificado y transiciones que permitieron al público conectarse rápidamente con la historia. Los personajes inspirados en Woody, Buzz, Jessie, Rex y los icónicos marcianitos acompañaron el relato como voces de apoyo, memoria y esperanza, guiando al protagonista en un viaje emocional que refleja la experiencia real de toda la promoción.

La asamblea también incluyó números musicales interpretados por los propios estudiantes, como la presentación de rock con “Viejas Historias” y el vibrante cuadro de caporales que evocó su participación en Festidanza. La jornada culminó con una presentación de la orquesta de salsa acompañada de las canciones “Mi Gente” y “Todo tiene su Final”, cerrando la actividad con energía, identidad y tradición.

Finalmente, la reflexión del personaje de Any sintetizó el espíritu de la obra: crecer es comprender que los finales abren nuevos comienzos, que la memoria es un regalo y que cada etapa vivida construye quiénes somos.