Celebración o Reflexión – Día del Trabajo

No hay medio comunicativo que no mencione y resalte la historia del origen del Día del Trabajo. Tampoco hay personas que no se alegren porque ese día es considerado feriado, aunque muchas de ellas no saben ni recuerdan cómo se inició y por qué se inició. ¿Ustedes lo recuerdan?

En esta fecha se recuerda las demandas históricas de los trabajadores para conseguir condiciones de trabajo dignas y seguras.

El Día del Trabajo tiene su origen a fines del siglo XIX durante la época de la Revolución Industrial. En varias partes de Estados Unidos empezaron a surgir sindicatos y movimientos obreros que buscaban el respeto de los derechos laborales de los miles de trabajadores de mano de obra, que tenían jornadas de entre 12 y 18 horas.

Uno de los principales objetivos que buscaron los grupos fue la inclusión de un tiempo laboral máximo de ocho horas, bajo el lema “ocho horas de trabajo, ocho horas de instrucción y ocho horas de descanso”. Fue así que el 1 de mayo de 1886 se llevó a cabo una huelga multitudinaria en la que alrededor de 200.000 trabajadores salieron a marchar por sus derechos.

Luego de esos acontecimientos fueron enjuiciadas 31 personas que habían formado parte de las protestas. De ellos, ocho tuvieron procesos irregulares: dos fueron procesados por cadena perpetua, cinco por muerte en la horca y uno por trabajos forzados por 15 años. Posteriormente se supo que el juicio fue ilegítimo y que no se respetaron las normas procesales respectivas.

Fue en Paris, en 1889, cuando por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Nacional, una organización conformada por partidos socialistas y laboristas, se decretó que el 1 de mayo se homenajeara a los llamados “ocho Mártires de Chicago”, debido a que fue en esta fecha cuando se inició la huelga para defender los derechos laborales.

En nuestro país, el Día de Trabajador se celebró por primera vez en 1905 durante el Gobierno de José Pardo y Barreda, quien decretó las primeras leyes sobre accidentes de trabajo, el trabajo de las mujeres y menores de edad, el descanso en fiestas cívicas, elecciones y el descanso dominical.

Finalmente, el 15 de enero de 1919 y fruto de constantes luchas, se estableció por Decreto Supremo la jornada laboral de ocho horas en el Perú.

Han pasado muchos años desde esos acontecimientos históricos. Y en este tiempo, ¿qué podemos decir sobre los trabajos en nuestro país y en el mundo? Necesitaríamos mucho tiempo para compartir información actualizada sobre las condiciones de trabajo, el cumplimiento o no de los derechos laborales, la responsabilidad tanto de empleadores y empleados por realizar un trabajo eficiente, responsable y que responda a los objetivos del centro laboral, etc, etc.

Sin embargo, lo que sí podemos decir es que el trabajo honesto y honrado, dignifica al ser humano por más humilde que sea. Demos gracias a Dios porque tenemos un trabajo y sigamos trabajando por una sociedad más justa y humana como es el propósito de nuestro Creador.

Compartimos este texto bíblico: “Pon en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos de cumplirán” Proverbios 16: 3

¡BENDECIDO DÍA DEL TRABAJADOR!