Preparando el camino de la venida del Señor

“Preparando el camino de la venida del Señor”. Esta es la frase central con la que iniciamos el tiempo de Adviento en nuestro colegio. Dentro del calendario litúrgico cristiano, se encuentra lo que llamamos el Tiempo de Adviento y preguntamos: ¿Qué es el Adviento?

¿Qué es el Adviento?

El Adviento es tiempo de esperanza y preparación, donde recordamos cómo las profecías acerca de la venida de Jesucristo fueron cumplidas a través del tiempo y la distancia. Es también un tiempo propicio para reflexionar sobre el amor de Dios y preparar nuestro espíritu para recibir en nuestro corazón al Rey de reyes, Jesucristo.

¿Cómo será esta Navidad para nosotros?

Para que la Navidad cobre sentido en nuestras vidas es necesario que tomemos el tiempo para prepararnos y darle así su valor real. Entonces es cuando el Adviento cobra importancia.

En esta época del año utilizamos una corona llamada “Corona de Adviento” hecha de ramas verdes que simbolizan la esperanza en la venida de Cristo al mundo. El circulo de la corona es símbolo de la eternidad, porque no tiene principio ni fin, así como Dios que no tuvo principio ni tendrá fin.

Alrededor de la corona se colocan cuatro velas que representan las semanas de preparación para el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador.

Las luces de estas cinco velas, que se van encendiendo en cada culto y representan temas de nuestra vida cristiana. Estos temas son: Esperanza (verde), Justicia (Azul), Gozo (amarillo), Amor (rojo) y Paz (blanco).

La quinta vela, que va al centro de la corona, nos recuerda a nuestro Señor Jesucristo como la luz del mundo.

Esta semana comenzamos nuestra preparación para la Navidad con los Cultos de Adviento, desarrollados en los tres niveles.

En este primer culto se reflexionó sobre la ESPERANZA, basados en el texto bíblico de Lucas 2: 21-36: “Jesús debe despertar la esperanza de cambio y de vida”.

El capellán reflexionó que este tiempo es de expectativa porque estamos esperando que algo acontezca: el nacimiento de Jesús y los regalos que pudiéramos dar, representan el gran regalo que es Jesús.

Cuando hablamos de ESPERANZA, recordamos a Simeón y Ana. Ambos, personas de mucha edad, vivieron toda su vida, amando a Dios, obedeciendo a Dios y con la esperanza de ver a Jesús. Ellos no claudicaron de la promesa hecha por Dios, porque el cumplimiento de la promesa se da por la esperanza en el niño que nacería.

La ESPERANZA nos lleva a saber que cuando Dios dice algo, él lo va a cumplir. Todo cambia, nosotros cambiamos, pero Dios no cambia y lo que promete, tampoco cambia.

Simeón y Ana compartieron la misma ESPERANZA, esperaron con paciencia y vieron al Salvador Jesús. Se cumplió lo que prometió.

El culto terminó con este pensamiento:

¡¡SOMOS LLAMADOS A ESPERAR Y ASI PODER VER LO QUE DIOS TIENE PARA NOSOTROS!!

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