Ceremonia cívica: Día Mundial del Ahorro de energía

La ceremonia cívica de esta semana estuvo a cargo de la consejera Lesly Romero de Primero A de secundaria y la reflexión fue compartida por estudiantes de dicha aula.

El sábado pasado, 21 de octubre, se celebró el “Día Mundial del Ahorro de Energía y es fundamental saber lo que representa y por qué fue creado, siendo el medio ambiente un entorno del que dependen todos los seres humanos. Esta fecha es fundamental para llamar a la reflexión sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y del planeta, único, maravilloso y extraordinario. Su cuidado y preservación es una obligación que recae en todos nosotros.

El Día Mundial del Ahorro de Energía nació en 2012 gracias a la iniciativa del Foro Energético Mundial (World Energy Forum) para impulsar el acceso universal a la energía.

El objetivo principal de esta fecha, es asegurar el acceso a energía factible, fiable y actual para todos en el 2030, recalcando el papel esencial que lleva a cabo la energía en promover el crecimiento económico, el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental.

Aunque todos en el fondo sabemos que debemos cuidar el planeta, no todos asumimos nuestra parte de responsabilidad en hacerlo, como tampoco lo hacen muchos gobiernos del mundo.

En nuestro afán como sociedad, de desarrollarnos industrial, económica y tecnológicamente hablando, utilizamos recursos como el carbón y el petróleo de manera indiscriminada y terminamos por destruir el medio ambiente, sin tomar en cuenta los daños irreparables que esto puede ocasionarnos. Las energías se van agotando, el cambio climático ya no es una predicción y el medio ambiente sufre las consecuencias de nuestras acciones.

Es por ello que muchas organizaciones buscan sensibilizar a la población sobre la importancia de ahorrar energía y pedirles a los gobiernos un uso racional de los recursos energéticos o de buscar alternativas que favorezcan al medio ambiente.

Si bien los gobiernos tienen una competencia ineludible en cuanto a materia energética y cuidado del medio ambiente, todos nosotros podemos aportar y contribuir diariamente ahorrando energía. Muchos esfuerzos individuales se convierten en un logro de alcances significativos para la sociedad. Ahora bien, ¿qué podemos hacer? Pues existen cosas muy simples con las que podemos ayudar, entre ellas:

1.Utilizar la luz natural mientras sea posible.

2.Desenchufar dispositivos o cargadores que no necesitemos.

3.Utilizar bombillas de bajo consumo.

4.Apagar luces o televisores que no estemos utilizando.

5.Controlar el uso de la calefacción y aire acondicionado.

6.Desenchufar aquellos aparatos que no necesitan de conexión.

7.Procurar descongelar los alimentos a temperatura ambiente, sin la utilización del microondas.

Como vemos, son cosas sencillas con las que podemos contribuir. Solo es cuestión de crear el hábito.

En conclusión, el ahorro​ de energía consiste en utilizar la ​energía de mejor manera. Es decir, con la misma cantidad de energía o con menos, obtener los mismos resultados. Esto se puede lograr a través del cambio de hábitos, del uso de tecnologías más eficientes, o una combinación de ambos para de este modo ayudar a preservar los recursos que nos ofrece nuestro planeta.